Exercise in heart failure: how to start safely

Patient with heart failure performing supervised exercise on treadmill

Por la Dra. Karla Moraima Castolo — Cardióloga clínica
Conoce sus credenciales

The heart failure no significa dejar de moverte. Al contrario, el supervised exercise es uno de los pilares del tratamiento moderno: mejora la capacidad funcional, la calidad de vida y puede reducir hospitalizaciones. Pero debe iniciarse de forma gradual y controlada, siguiendo parámetros clínicos específicos y sin improvisar rutinas.

Para un plan adaptado a tu condición y seguridad, agenda tu valoración.

TL;DR

  • El ejercicio es seguro y beneficioso si se individualiza y se supervisa.
  • Comienza con caminatas cortas, aumentando tiempo y frecuencia de forma progresiva.
  • Evita esfuerzos máximos o ambientes extremos de calor/frío.
  • Aprende a identificar síntomas de alarma: disnea intensa, mareo, palpitaciones sostenidas o fatiga desproporcionada.
  • The cardiac rehabilitation es el entorno más seguro para iniciar o retomar actividad.

Por qué el ejercicio ayuda en la insuficiencia cardíaca

El entrenamiento físico regular mejora la eficiencia del corazón y la circulación periférica. Incrementa la capacidad de esfuerzo (VO₂ pico), reduce síntomas como la fatiga y mejora el estado de ánimo. Las guías recomiendan incorporarlo como parte del tratamiento estándar junto con medicación, control de líquidos y educación al paciente.

La clave es la dosificación precisa: tipo, intensidad, frecuencia y duración deben definirse según tu clase funcional (NYHA), fracción de eyección y estabilidad clínica.

Antes de empezar

  1. Valoración médica completa: incluye examen físico, electrocardiograma y, en algunos casos, ecocardiograma o prueba de esfuerzo limitada por síntomas.
  2. Estabilidad clínica: sin descompensación reciente, sin retención de líquidos o cambios recientes en medicación.
  3. Educación inicial: conocer tus signos de alarma y aprender a monitorizar tu respuesta.
  4. Entorno adecuado: idealmente dentro de un programa de rehabilitación cardiaca supervisada.

Cómo estructurar tu programa

Fase inicial (semanas 1–3)

  • Caminatas suaves de 10–15 minutos, 3–5 días/semana.
  • Intensidad: debes poder mantener conversación corta (percepción de esfuerzo 9–11/20 en escala de Borg).
  • Descanso inmediato ante fatiga o disnea mayor a la habitual.

Fase de progresión (semanas 4–8)

  • Aumenta el tiempo a 20–30 minutos por sesión.
  • Si toleras bien, agrega fuerza de bajo peso (2×/semana, grandes grupos musculares, 10–15 repeticiones).
  • Evita ejercicios en posición horizontal prolongada si hay dificultad respiratoria.

Fase de mantenimiento (desde semana 9)

  • 30–45 minutos, 4–5 veces por semana, combinando caminata, bici estática o ejercicios acuáticos.
  • Intensidad moderada: disnea leve y recuperación rápida (<2 min).
  • Reevalúa periódicamente tu capacidad funcional y ajustes de medicación.

Alarm signals

Detén la actividad y busca orientación si presentas:

  • Dolor u opresión torácica que no cede.
  • Disnea intensa o que empeora respecto a días previos.
  • Mareo, síncope o fatiga extrema.
  • Palpitaciones sostenidas o taquicardia inesperada.
  • Aumento repentino de peso (>2 kg en pocos días) o hinchazón marcada de piernas o abdomen.

Recomendaciones prácticas

  • Calienta y enfría 5–10 minutos antes y después de cada sesión.
  • Evita temperaturas extremas y ejercicio inmediatamente después de comer.
  • Pesa y registra tus síntomas cada día; reporta cambios al equipo tratante.
  • Usa ropa ligera y zapatos cómodos.
  • No suspendas medicación sin indicación médica.
  • Combina con autocuidado: adherencia, dieta baja en sodio y control del estrés.

Frequently Asked Questions

¿Puedo hacer ejercicio si tengo “corazón débil”?
Sí, si estás estable y bajo supervisión médica. La rehabilitación cardiaca ajusta intensidad y frecuencia de manera segura.

¿El ejercicio sustituye medicamentos?
No. Es un complemento que potencia sus beneficios y mejora tu capacidad funcional.

¿Qué tipo de ejercicio es mejor?
Caminar, bicicleta estática y entrenamiento de fuerza ligera son los más seguros. Evita ejercicios isométricos intensos o competitivos.

¿Qué pasa si me fatigo rápido?
Disminuye la intensidad, fracciona el tiempo y prioriza la constancia. La mejora es progresiva.

¿Puedo entrenar en casa?
Sí, con instrucción inicial de tu cardióloga o fisioterapeuta de rehabilitación, monitoreando síntomas y frecuencia cardíaca.

Para iniciar de forma segura y personalizada, agenda tu valoración.

References

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