Moverte con regularidad es una de las decisiones más potentes para tu salud cardiovascular. Las guías recomiendan 150–300 minutos por semana de actividad moderada o 75–150 de vigorosa —o una combinación equivalente—, además de fuerza dos días por semana. Para aterrizarlo en la práctica, usa el “talk test”: si puedes hablar en frases cortas sin quedarte sin aire, estás en intensidad moderada; si solo puedes decir pocas palabras, es vigorosa. Esta guía explica cómo empezar con seguridad, cuándo consultar y cómo progresar sin promesas irreales.
Para un plan ajustado a tu situación, agenda tu valoración.
Lo esencial en 1 minuto: cuánto y con qué intensidad
- Minutos por semana: 150–300 en moderada o 75–150 en vigorosa.
- Fuerza: al menos dos días por semana con grandes grupos musculares.
- Menos sedentarismo: rompe periodos largos sentado; cualquier movimiento suma.
Por qué importa: mayor actividad se asocia con menos eventos cardiovasculares y mejor control de presión, lípidos y glucosa según guías de prevención.
Quién debe consultar antes de iniciar
- Síntomas con el esfuerzo: dolor u opresión en el pecho, falta de aire desproporcionada, mareo o síncope o palpitaciones sostenidas.
- Evento coronario o cirugía recientes (stent, bypass) o insuficiencia cardíaca: la progresión debe individualizarse; en muchos casos se indica rehabilitación cardiaca.
- Embarazo sin actividad previa o múltiples comorbilidades: ajusta el plan con tu cardióloga.
Razonamiento crítico: pedir valoración no es “poner trabas”; reduce riesgos en personas con mayor probabilidad de eventos y sigue el principio clínico start low, go slow.
Empezar sin lesiones ni sustos
- Calienta 5–10 minutos con caminata suave y movilidad articular.
- Progresión del 10–20 % por semana, priorizando constancia sobre intensidad.
- Entorno y calzado: superficie estable, buena iluminación; evita calor extremo.
- Hidratación y pausas si la disnea supera lo esperable.
- Medicamentos: no ajustes dosis por tu cuenta; reporta síntomas nuevos.
Cómo se siente el esfuerzo
- Moderada: hablas en frases cortas, no cantas. Ejemplos: caminar rápido, bici urbana, bailar, subir escaleras sin prisa.
- Vigorosa: solo 2–3 palabras sin pausa. Ejemplos: trotar, cuestas en bici, saltar cuerda, HIIT dosificado.
- Fuerza dos veces por semana: sentadillas a peso corporal, ligas o mancuernas ligeras; técnica primero.
Combinaciones útiles: si vas justo de tiempo, mezcla dos sesiones vigorosas cortas de 20–25 minutos con una o dos moderadas de 30–40 minutos más fuerza, sumando el total semanal.
Plan base de 4 semanas orientativo
Dirigido a adultos sin síntomas ni diagnóstico cardiaco conocido. Si aparece molestia atípica, detente y consulta.
- Semana 1: 5×/semana 20–25 min moderada + 1 día de fuerza (8–10 ejercicios, 1 serie).
- Semana 2: 5×/semana 25–30 min moderada + 2 días de fuerza (2 series).
- Semana 3: 4×/semana 30–35 min moderada + 1 sesión vigorosa de 15–20 min + 2 días de fuerza.
- Semana 4: 3×/semana 35–40 min moderada + 2 sesiones vigorosas de 15–20 min + 2 días de fuerza.
Validez: no existe un “protocolo universal”; este esquema traduce las guías a una progresión realista. Ajusta días y duración para sumar 150–300 min/semana y mantener adherencia.
Señales de alarma
- Dolor o presión en el pecho que no cede.
- Falta de aire intensa o que empeora súbitamente.
- Mareo o síncope, palpitaciones sostenidas o dolor que irradia a cuello, mandíbula o brazo.
- Sudoración fría u otros síntomas inusuales durante el esfuerzo.
Suspende la actividad y solicita orientación médica si presentas cualquiera de estos signos.
Preguntas frecuentes
¿Duele hacer ejercicio “cardiosaludable”?
No debería doler el pecho. Es normal sentir esfuerzo muscular y respiración más rápida dentro de los márgenes del talk test. Si aparece dolor torácico, detente y consulta.
Tengo poco tiempo, ¿sirven 10–15 minutos?
Sí. Puedes acumular bloques cortos; la suma semanal es lo que cuenta.
¿Debo hacer fuerza si “solo quiero cardio”?
Sí. La fuerza dos veces por semana favorece la capacidad funcional y el control metabólico.
Soy mayor de 65, ¿algo distinto?
Añade equilibrio y mantén fuerza con progresión más lenta; el beneficio sigue siendo claro. Revisa también hipertensión y colesterol si aplican a tu caso.
Vivo con una condición cardiaca, ¿puedo?
En muchos casos sí, con valoración previa y, a menudo, dentro de rehabilitación cardiaca cuando sea apropiado.
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Referencias
- OMS (2020). Directrices sobre actividad física y comportamiento sedentario.
- Arnett, D. K., et al. (2019). 2019 ACC/AHA Guideline on the Primary Prevention of Cardiovascular Disease.
- Visseren, F. L. J., et al. (2021). 2021 ESC Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice.
- CDC. Measuring physical activity intensity: the talk test.
- American Heart Association. Warning signs of a heart attack.
